Velocidad de procesamiento
¿Qué es la Velocidad de Procesamiento?
Es una habilidad cognitiva. Se define como el tiempo que le lleva a una persona realizar una tarea mental. Se basa en la rapidez con la que el cerebro capta un estímulo, comprende, es capaz de entender esa información recibida y se comienza a responder o emitir una respuesta apropiada. Ese estímulo en formato de entrada puede ser auditivo, visual o táctil. El formato de salida podría ser verbal, escrito o gestual. Así es posible saber la velocidad a la que se pueden hacer tareas cognitivas. Ya sea desde reaccionar a un estímulo hasta llevar a cabo actividades complejas.
Esta velocidad de procesamiento tiene implicaciones en distintas esferas:
- En el desempeño del día a día. Pueden manifestarse ciertas dificultades para seguir instrucciones, tomar decisiones, organizarse, completar tareas de la vida diaria o trabajos escolares.
- Dificultad en completar tareas o realizarlas de modo eficaz cuando el tiempo es limitado. Ya que aparece dificultad para realizar tareas que requieran respuestas rápidas como realizar exámenes, secuenciar y priorizar cuando la actividad lo requiere.
- Impacto en las Funciones Ejecutivas llevadas a cabo por los lóbulos frontales. Pues suelen afectar al modo en que se planifica, la organización habitual y diaria, la atención en sus distintas vertientes, en especial la atención dividida y la sostenida, la memoria de trabajo, la flexibilidad cognitiva e inhibición de respuesta y control ejecutivo.
La velocidad de procesamiento lenta no es en sí misma una dificultad de aprendizaje pero sí que interfiere y puede contribuir a que se den ciertas dificultades de aprendizaje en determinadas áreas en especial cuando debe darse un aprendizaje asociativo. De ahí que el rendimiento que se obtiene puede estar por debajo de sus capacidades cognitivas generales.
La velocidad de procesamiento y los procesos atencionales están estrechamente relacionados pero las alteraciones o dificultades que puedan ocasionar su funcionamiento deficitario son distintas.
Si está afectada la velocidad de procesamiento se observa que el esfuerzo que la persona realiza al llevar a cabo una tarea, se encuentra dentro de la normalidad; lo que necesita es más tiempo para concluirla. En ese tiempo adicional se suele producir una sobrecarga del sistema operativo que lleva a cabo algunas de las funciones ejecutivas, en especial en la atención sostenida.
¿Qué observamos?
La persona suele realizar paradas durante la realización de la tarea. Puede incluso, reiniciar la tarea, volver a puntos anteriores, regresar al punto en que se hallaban…. Suele quejarse del hecho de que no siempre son capaces de seguir una explicación, que se “pierden”. Los apuntes pueden estar incompletos o bien tener párrafos completos junto a otros inconclusos. Son personas que se benefician de pequeños descansos. También es observable cuando se le dan instrucciones seriadas o concatenadas, pues no son capaces de seguirlas con la eficacia adecuada.
Si es la atención la que se encuentra afectada, la persona no se beneficia significativamente de esos descansos. Con problemas atencionales, la persona se distrae de la tarea y deja de prestar atención focalizada y sostenida al despeño de la tarea.
Estas personas se benefician de introducir algunos cambios o establecer adaptaciones como: otorgarles un tiempo adicional en la realización de tareas y exámenes, cambiar modalidad de exámenes o tipos de respuestas, hacer una selección del tipo de tareas a realizar…
La velocidad de procesamiento se puede aprender, entrenar y mejorar. De ahí que será esencial evaluarla y diagnosticarla para poder prevenir o revertir sus efectos en las distintas esferas de la vida; no sólo a nivel académico y laboral.